Reflexiones sobre FILOSOFÍA DEL VIVIR 1° parte Lic. Roberto Torres
Una primera reflexión sobre el libro Filosofía del Vivir de Francois Jullien
Para el autor el vivir como proceso no puede encasillarse en la estructura del pensamiento. Entre vida y pensamiento hay un cortocircuito permanente, no sincronizan, se tensionan, no son complementarios, porque si bien el pensamiento está incluido en el proceso del vivir, como una especie de subconjunto del conjunto, no se da a la inversa, es unidireccional, no reversible, por su parte el pensamiento se encuentra desbordado por el vivir, no puede albergar este conjunto mayor, solo logra representarlo y de mala manera
Paradoja estructural 1) por un lado estamos próximos a nuestra propia vida, la tenemos pegada en una relación de inmediatez, vivimos con la sensación que estamos vivos y 2) por otro lado, la sentimos alejada, la relación se vuelve distante, inaprensible, la queremos atrapar y se nos escapa entre los dedos, en nuestras elucubraciones diarias lidiamos, de una forma u otra, con esta paradoja.
La vida no es una mercancía que tenemos a nuestra disposición, es el sistema el que nos la ofrece como algo que podemos poseer fácilmente, nos dicen que la felicidad está a nuestro alcance si seguimos los dictámenes de la lógica del mercado, las publicidades, los discursos instituidos que van marcando el ritmo del acontecer diario, solo tenemos que gestionar nuestra vida según estos patrones pre-establecidos
Lo decepcionante es que es un orden social cargado de malestar, estrés y sufrimiento, que que responde a un mundo ilusorio, ficcional. La verdad es que el vivir atraviesa nuestros cuerpos, nos afecta, tiene otro estatuto, es un bien preciado pero esquivo.
La pregunta es si podemos conectar con ese flujo vital y si es así cual es la posición adecuada, ¿exige una práctica específica? en un contexto histórico, sociopolítico, cultural y tecnológico que no lo facilita, más bien tiende a desviarl0, conteniéndolo en lo cotidiano. El autor, en una primera aproximación nos dice que hay que tener la estrategia de cierta distancia para poder percibirla y a la vez evitar duplicará-dividirla intelectualmente. Esa sería una posición inicial.
Este planteamiento ontológico ¿puede comenzar sin cuestionar la raíz de la concepción occidental del “ser” pensado como estático, jerárquico, categorial, unario y abrir otras opciones que consideren el ser es su devenir, no como encuadres representativos, sino rizomático, múltiple.
La vorágine del sistema, como maquinación demencial del capitalismo, dispersa, limita las potencias de las subjetividades, direccionando los flujos sociales y formateando los modos de existencia actuales.
La normalidad adaptada promovida por el Otro social y su lógica de mercado nos enajena a tener una vida empobrecida, reducida por las tecnologías del poder.
La tendencia del capitalismo cognitivo con su sistema clasificatorio es de fraccionar el mundo a través de dualismos que capturan la vida y la dividen a través de significantes binarios dicotómicos en 1) una vida aparente, desvalorizada y 2) una vida verdadera asociada a alguna trascendencia, finalidad o metafísica. Ambas alternativas en tensión nos alejan del núcleo del proceso transformándolo en una cuestión abstracta, categorial.
Es necesario salir de esta dicotomía ficticia para replantear nuevamente el problema de cómo vivir nuestra propia vida, no dependiente de los especialistas, claustros académicos o imperativos morales, atravesar todos estos condicionamientos instituidos puede abrir nuevas posibilidades a explorar.
Sabemos que los modos de subjetivación imperantes son reactivas, dogmáticas, entonces la pregunta fundamental que seguiremos pensando es si es posible una vida potenciada, vital, que abra nuevas posibilidades existenciales.
ENUNCIADOS DEL AUTOR
* ¿Acaso vivir no escapa al pensamiento?
▪︎ ¿Puede el pensamiento pensar la vida?
* El verbo vivir subyace a todos los demás verbos
* Nuestra normalidad hace que no nos demos cuenta que vivimos
*Es preciso concebir herramientas no metafísicas que nos permitan captar el carácter absoluto de cada instante de vida
*Para que el vivir pueda emerger, aprendamos a no diluir la presencia en un tiempo inmóvil en el que no vivimos jamás.
La seguimos.......
2 comentarios
vivir es aprender a abrazar la complejidad de la vida.
Hola Juan, totalmente de acuerdo, este autor desarrolla muy bien la complejidad del vivir, sobre todo los procesos inmanentes subterráneos que circulan por los bajos fondos subjetivos, imperceptibles hasta su emergencia que el yo piensa y toda la ideología occidental piensan que es una relación de causa efecto, no viendo la complejidad que circula silenciosamente por debajo de la espesura consciente. Un abrazo
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vivir es aprender a abrazar la complejidad de la vida.
Hola Juan, totalmente de acuerdo, este autor desarrolla muy bien la complejidad del vivir, sobre todo los procesos inmanentes subterráneos que circulan por los bajos fondos subjetivos, imperceptibles hasta su emergencia que el yo piensa y toda la ideología occidental piensan que es una relación de causa efecto, no viendo la complejidad que circula silenciosamente por debajo de la espesura consciente. Un abrazo